En el ámbito tecnológico, el término rendimiento se escucha con bastante frecuencia. Y si hay una compañía que sabe mucho acerca de esta característica es Intel. Su último desarrollo son los procesadores escalables Intel Xeon (o Intel Xeon Scalable) enfocados a terrenos tan diversos como las analíticas, la inteligencia artificial o la realidad virtual.
Lo cierto es que son muchas las empresas que obtienen el máximo provecho de las estaciones de trabajo que los incorporan para acelerar la creación y la innovación; estaciones que brindan una herramienta potente de productividad para una amplia serie de tareas. Los procesadores escalables Intel Xeon se presentaron en sociedad este verano y proporcionan un rendimiento innovador de dos zócalos para las estaciones de trabajo profesionales más avanzadas ofreciendo hasta 56 núcleos, 112 hilos y una frecuencia ampliable a 4.2 GHz con la tecnología Intel Turbo Boost. Según datos facilitados por la propia norteamericana, es posible lograr hasta una mejora de 2,71 veces en rendimiento en comparación con un sistema de cuatro años de antigüedad y hasta un 1,65 veces más de rendimiento respecto a los equipos de la generación anterior.
Además, características como Intel Advanced Vector Extension 512 mejoran con un rendimiento optimizado para las cargas de trabajo y la capacidad de proceso se incrementa para los análisis avanzados, las aplicaciones de alto rendimiento (HPC) y la compresión de los datos. Mientras, y para funcionar de un modo más eficiente, Intel Ethernet (hasta 4 x 10 GbE) integrado de alta velocidad reduce el coste total del sistema. El consumo de energía decrece de igual forma y se mejora la latencia de la transferencia de módulos de gran almacenamiento y la migración de las máquinas virtuales. Implementar seguridad mejorada por hardware -para proteger los datos y las operaciones del sistema sin sacrificar el rendimiento- también es posible.
Fuente: Byte TI