Hasta que llegó el USB Tipo C en 2014, teníamos un 50% de probabilidades de acertar a la primera al conectar un USB. Estos dispositivos sólo encajan en el puerto en una postura, así que si intentas insertarlo del revés, simplemente es imposible. Por algún extraño motivo, a la primera es prácticamente imposible acertar. Cosas de la casualidad y la Ley de Murphy.
Más de una vez seguro que te has preguntado, si existía la tecnología para haber creado el USB reversible desde el principio ¿por qué no se hizo? Ajay Bhatt, uno de sus creadores, ha confesado en una entrevista los motivos que limitaron la funcionalidad de los USB desde el momento de su lanzamiento.
Según su palabra, todo se reduce a un único motivo: el dinero. Cuando estaban trabajando para crear el primer USB, no tenían nada claro que fuera a triunfar. Había varios estándares anteriores incompatibles entre sí, de forma que necesitaban unificarlos todos en su nueva creación, algo muy difícil aunque no imposible.
Con el objetivo de reducir costes, descartaron crear lo que a la postre ha sido el USB Tipo C. Hacerlo reversible habría implicado doblar el número de cables, conexiones y pines, algo que es más caro de lo que puede parecer a ojos inexpertos. De esta forma lanzaron al mercado un producto incompleto que, a pesar de todo, tuvo mucho éxito.
Fuente: Computer Hoy